Imaginá esto: el sol apenas se asoma en el horizonte, los primeros rayos acarician suavemente las montañas, y el murmullo del agua en movimiento te recibe como un viejo amigo. Estás en Neuquén, una joya escondida en la Patagonia Argentina, donde cada río y lago es una promesa de aventura y conexión con la naturaleza. Este itinerario de cinco días te va a llevar por los mejores lugares de pesca de la provincia, llevándote a escenarios que parecen sacados de un sueño.
Día 1: Río Limay – El encuentro con gigantes
El viaje arranca en el legendario Río Limay. Este río, que fluye desde el embalse de Alicurá hasta el río Negro, es uno de los más importantes de la Patagonia. La primera parada es en Piedra del Águila, a unos 230 kilómetros al oeste de Neuquén capital. Esta zona es famosa por la pesca de truchas arcoíris y marrones de tamaño considerable, y su acceso es fácil desde la Ruta Nacional 237.
Te levantás temprano, el aire fresco llena tus pulmones y con cada lanzamiento de tu línea sentís cómo la emoción crece. Las primeras horas son cruciales; los peces están activos y vos, concentrado en cada movimiento, esperás con paciencia el primer tirón. Finalmente, sucede: una trucha enorme muerde el anzuelo. El río te desafía, pero lográs vencerlo y al final del día, volvés con una sonrisa y una historia digna de contar.
Día 2: Lago Huechulafquen – Pescando bajo la sombra del Lanín
El segundo día te lleva al corazón del Parque Nacional Lanín, donde el Lago Huechulafquen se extiende bajo la imponente figura del volcán Lanín. Desde Piedra del Águila, tomás la Ruta Nacional 237 y luego la Ruta Provincial 61 hacia el sur, recorriendo unos 210 kilómetros hasta llegar al lago, cerca de Junín de los Andes.
Este lago no es solo un lugar de pesca, es una experiencia sensorial. Mientras te acercás a la orilla, sentís la inmensidad del paisaje y la tranquilidad del agua que refleja las montañas. Acá, la pesca es tanto un desafío como un deleite. Las truchas son astutas, moviéndose entre las rocas y vegetación sumergida. Cada captura es una recompensa por tu paciencia y habilidad. Al final del día, te tomás un momento para simplemente sentarte y absorber la belleza a tu alrededor, con el volcán como testigo silencioso de tus logros.
Día 3: Río Chimehuin – La leyenda en tus manos
Hoy es el día de explorar el mítico Río Chimehuin, un emblema de la pesca con mosca en Argentina. Desde el Lago Huechulafquen, el Chimehuin fluye hacia Junín de los Andes, y es aquí donde se encuentran los mejores puntos de pesca. Solo te separan unos 30 kilómetros en auto por la Ruta Provincial 61, por lo que el traslado es corto y sencillo.
Este río ha sido el escenario de innumerables historias de pescadores que llegaron en busca de la trucha marrón perfecta. Conocido por su tramo “La Boca”, donde el Chimehuin se encuentra con el Lago Huechulafquen, este lugar es un santuario para la pesca con mosca. Con cada lanzamiento, te sumergís en la historia de este río, sintiendo una conexión profunda con el lugar. Y cuando finalmente una trucha muerde, sabés que viviste un momento que pocos tienen el privilegio de experimentar.
Día 4: Lago Tromen – El secreto mejor guardado
En el cuarto día, el destino es el Lago Tromen, un lugar donde la naturaleza se muestra en su estado más puro. Desde Junín de los Andes, tomás la Ruta Provincial 23 hacia el norte y luego un desvío por la Ruta Provincial 60 para recorrer unos 80 kilómetros en total hasta llegar a este hermoso lago, ubicado en el extremo noroeste del Parque Nacional Lanín, cerca de la frontera con Chile.
Este lago es menos conocido, pero para quienes lo visitan, ofrece una paz y una soledad difíciles de encontrar en otros lugares. Rodeado de un paisaje volcánico, el Lago Tromen es un oasis de tranquilidad. Acá, las truchas son esquivas, pero cada captura es un triunfo personal. La experiencia en el Lago Tromen no se trata de la cantidad de peces, sino de la calidad del tiempo que pasás en comunión con la naturaleza.
Día 5: Río Aluminé – Una despedida inolvidable
El último día de esta travesía te lleva al Río Aluminé, un lugar perfecto para concluir tu aventura. Desde el Lago Tromen, volvés por la Ruta Provincial 23 hacia el sur durante unos 140 kilómetros hasta llegar a Aluminé, donde las aguas del río te esperan.
Este río, que fluye desde el lago del mismo nombre, es conocido por sus aguas claras y su fácil acceso, lo que lo convierte en un excelente lugar para una jornada relajada. El día transcurre entre lanzamientos precisos y la satisfacción de sentir que dominaste las aguas de Neuquén. Cada tramo del río tiene su propio carácter, y mientras avanzás, te das cuenta de que no es solo la pesca lo que te vas a llevar de esta experiencia, sino el recuerdo de haber sido parte de algo más grande: la naturaleza en su estado más puro.
Neuquén, faro del mundo
Neuquén te dejó huella. Con cada río y lago visitado, sumaste una nueva historia a tu vida de pescador. Este itinerario es solo el comienzo, un primer paso hacia muchas más aventuras en la Patagonia. Ahora, con tus equipos guardados y la satisfacción de haber vivido algo único, es momento de planear tu regreso. Porque Neuquén siempre va a tener más secretos esperando ser descubiertos.